Durante el aislamiento social que generó la pandemia por COVID 19, se aceleró el acceso a las nuevas tecnologías. Durante ese momento, debimos reemplazar los contactos cara a cara y aprender nuevas formas de reacionarnos entre las personas y con las organizaciones que nos brindan servicios. Fernanda Suárez y María Salas son promotoras de Salud de OSEP y nos cuentan su experiencia con adultos mayores.

El vínculo entre los adultos mayores afiliados a la Obra Social y las nuevas tecnologías como el asistente virtual, la pagina web institucional y la aplicación para consultas, turnos y obtención de formularios, entre otros recursos no presenciales, no siempre es fácil. Los tiempos de aprendizaje de quienes crecieron en un mundo analógico son mayores que los de la juventud y las infancias, ya que estos últimos nacieron en la era digital. Por lo tanto, para que las nuevas tecnologías ayuden a facilitar el acceso a los servicios a ese grupo, es necesario generar mediaciones personalizadas.

A partir de esta lectura, apenas comenzó el aislamiento obligatorio, desde el área de Gestión Poblacional de OSEP nos involucramos en el asesoramiento en las herramientas digitales, a medida que se fueron diseñando y creando estrategias sencillas de aprendizaje. De esta manera, utilizamos ejemplos y lenguaje sencillos, atendimos inquietudes particulares y nos adaptamos a los ritmos y a tipos de dispositivos disponibles entre afiliados.

Hoy, los encuentros se concretan a través de talleres para aprender a usar nuevas tecnologías. Estas acciones se realizan en los espacios de espera que dispone la Obra Social, en las Unidades de Atención Familiar (UAF), en operativos de salud y en los relevamientos barriales. En estas situaciones, mediante el uno a uno, asesoramos de manera personalizada y resolvemos inquietudes. En la última parte de 2023, se acompañó al personal de Ventanilla Única a hacer un seguimiento a los afiliados adutos mayores que tienen dificultades con alguno de los recursos virtuales disponibles.

De esta manera, creemos que estos espacios son importantes porque ayudan a disminuir la brecha digital, incrementan el desarrollo de nuevas habilidades, fomentan la autonomía de los mayores y fortalecen el acceso a los servicios que la Obra Social ofrece por intermedio de ALMA, la asistente virtual. Asimismo, evitan tener que desplazarse hasta los edificios por trámites que los afiliados pueden realizar desde sus domicilios, optimizando tiempos para trámites como gestión de receta digital, afiliaciones, planes especiales, empadronamiento de certificado de discapacidad (CUD), etc.

En los contactos que mantenemos desde hace casi cuatro años para acompañar a los mayores en el uso de las nuevas tecnologías, ellos nos han expresado temores con los que se enfrentan en el manejo de datos como miedo a equivocarse, a ser estafados o incluso terror a tocar algo en el celular y “que se borre todo”. Más de uno nos ha comentado que en sus propias familias ”cuesta recibir ayuda” o “no hay paciencia”. Es por ello que hay que ponderar la importancia de brindarles información y tiempo desde la Obra Social para garantizarles el acceso oportuno a la salud.