Los cambios estacionales, traen consigo un conjunto de sensaciones que comenzamos a experimentar. El otoño trae fresco al cuerpo, gris al cielo, amarillo a los árboles y… achís, achís y achís.
Estos ataques de estornudos, junto a otros síntomas similares a un resfriado, pueden indicar presencia de rinitis alérgica, que en los niños se manifiesta de una manera más pronunciada.

Rinitis Alérgica
Conocida también como fiebre de heno, alergia nasal, estacional o persistente, es la inflamación de la mucosa nasal por la inhalación de polvo, caspa, polen o a lo que uno es alérgico. Los alérgenos son pequeñas partículas de polen o polvo que cuando son inhaladas por una persona alérgica, el cuerpo libera defensas ocasionando síntomas como tos, mocos y estornudos. También se pueden ver afectados los bronquios, los ojos, la piel y los intestinos, teniendo en cuenta el tiempo de exposición frente al alérgeno. Los días calientes, secos y ventosos hacen que esas pequeñas partículas vuelen, aumentando los casos de alergias; los días fríos, húmedos y lluviosos disminuyen esas posibilidades.
La alergia se puede presentar a cualquier edad, no es prioritaria de ningún grupo etario, pero sus primeros síntomas suelen aparecer en la primera infancia.

Síntomas

Los más frecuentes son:

rinitis

 

 

 

 

 

 

 

 

Algunos consejitos

  • Evitar la exposición al polvo y pelos de animales que contienen ácaros y hongos, dos responsables de muchas alergias.
  • Limpiar ambientes con trapos húmedos y ventilar la casa en horas de la mañana (luego cerrar sobre todo en la época de floración).
  • No a los irritantes inhalados como el tabaco y los sahumerios.
  • Desde OSEP, se realizan diagnóstico y tratamiento de todo tipo de alergias. Puede consultar en los Hospitales Pediátrico Fleming y del Carmen.