
Un gesto de amor: Facundo Cervan devuelve la esperanza al Hospital Fleming con una donación de juguetes
Facundo Cervan, quien de niño pasó gran parte de su infancia internado en el Hospital Fleming a causa de asma y otras enfermedades, regresó a sus pasillos, esta vez, con una misión de amor. Acompañado por su madre, Lorena, y su novia, Florencia, Facundo decidió “devolver el cariño y amor que recibió” durante su internación, donando juguetes a los niños actualmente hospitalizados.
Lorena, la madre de Facundo, expresó su profundo agradecimiento al personal médico, destacando la labor del neumonólogo Dr. Walter Díaz, quien logró controlar el asma de Facundo, permitiéndole convivir con la enfermedad a través de un tratamiento continuo. Recordó que Facundo fue el primer niño en recibir una vacuna para el asma, la cual resultó exitosa y sin efectos secundarios, lo que llevó a su implementación en otros niños con la misma condición. “Agradezco acá por todo lo que han hecho con él”, afirmó Lorena, cuyo hijo tiene ahora 18 años.
Para Facundo, el Hospital Fleming representa “una segunda casa”. “Crecí acá, me han cuidado, me han respetado y me han apoyado”, manifestó, sintiendo que parte del personal se ha convertido en su “familia”. Un pilar fundamental durante sus internaciones fue la figura de Musicón, artista sociocultural del hospital que lo acompañaba, lo hacía reír, le hablaba y le llevaba juguetes, incluso juegos de mesa y ajedrez, para hacer más llevadera su estancia.
Inspirado por esas experiencias, Facundo decidió traer juguetes y regalos al hospital. Para él, sus vivencias en el hospital no fueron una “mala experiencia”, sino una “lección de vida” de la que se puede aprender mucho. “Al traer juguetes es como que estoy dándoles un apoyo al hospital y dándoles juguetes a los niños que no pueden muchas veces tener esos juguetes”, explicó Facundo, quien busca aliviar la estadía de los pequeños, tal como se aliviaba la suya cuando el tiempo pasaba más rápido gracias a los juegos.
Lorena también destacó el papel del equipo médico y Musicón, que en esos momentos de angustia por la salud de su hijo la apoyaban, le dan fuerzas, le infundían ánimo para seguir adelante. Para ella, el hospital también es como una “segunda casa”, y considera a todo el personal como una familia que hizo todo lo posible para que Facundo, quien estuvo “dos veces cerca de la muerte”, pueda estar bien hoy.
La donación de Facundo, Lorena y Florencia es un emotivo recordatorio del impacto duradero que el cuidado y la humanidad tienen en la vida de los pacientes, y un hermoso ejemplo de cómo el agradecimiento puede transformarse en un acto de generosidad y esperanza para otros.