Hablemos de fibromialgia
En el marco del Día Mundial de la Fibromialgia, que se conmemora cada 12 de mayo, nos acercamos al servicio de Reumatología de OSEP para revisar los conceptos principales de esta enfermedad que constituye un motivo frecuente de consulta.
Se trata de un trastorno de dolor crónico difuso, de causa desconocida y que puede impactar duramente en la calidad de vida de los pacientes. Afecta la capacidad laboral, las actividades de la vida diaria y las relaciones sociales de las personas que la padecen.
Su incidencia es de un hombre cada 8 mujeres y afecta entre un 2 y un 5% de la población adulta. La edad de comienzo suele ser entre los 30 y 50 años, aunque puede presentarse a cualquier edad. Asimismo se ha comprobado que existe una agregación familiar, con un riesgo 8 veces mayor en familiares de primer grado que en la población general.
Es un síndrome de sensibilización central, explicado como una “hiperexcitabilidad” de las neuronas en respuesta a los estímulos periféricos dolorosos, con incremento anormal e intenso de la percepción del dolor por parte del sistema nervioso central.
Se caracteriza por dolor crónico musculoesquelético difuso, no articular, presentando áreas anatómicas específicas dolorosas a la palpación y que habitualmente se acompaña de cansancio, trastornos del sueño y alteraciones cognitivas. Alodinia (dolor causado por un estímulo no doloroso) e hiperalgesia (aumento de la sensibilidad al dolor), constituyen síntomas típicos muy representativos.
Existe una manifestación clínica denominada “Fibroniebla”, que consiste en una disfunción cognitiva que comprende pérdida de claridad mental (confusión mental), así como deterioro de la atención y la memoria. Este síntoma puede estar agravado por la presencia de depresión, ansiedad, trastornos del sueño y dolor. Por eso, los pacientes con fibromialgia presentan dificultad para conciliar el sueño, sueño fraccionado o insuficiente.
Su diagnóstico
Comprende una historia de dolor crónico generalizado durante al menos 3 meses, en los cuatro cuadrantes del cuerpo y en esqueleto axial, asociado a la presencia de dolor a la presión digital de al menos 11 de los 18 puntos específicos.
Tratamiento
Es sintomático y sus objetivos son disminuir el dolor y la fatiga; mejorar el sueño y los niveles de actividad, la adaptación y la calidad de vida de los pacientes y, de esta manera, mantener la funcionalidad, incrementar la capacidad de afrontar la enfermedad y mejorar el bienestar psicológico.
Terapia multicomponente
Comprende varios puntos, ninguno más importante que otro, debiendo darse importancia a cada uno de ellos para tener éxito.
Estas intervenciones reducen el dolor, fatiga, depresión, y limitación funcional. También brinda una mayor capacidad para enfrentar el dolor.
Psicoterapia: Tiene resultados beneficiosos para el manejo del dolor, la fatiga y el estado de ánimo, generando disminución del número de consultas.
Actividad física: Reduce el dolor, la depresión y mejora el estado general. Un programa debe consistir en ejercicios aeróbicos ya sea en tierra o en agua, con intensidad leve a moderada, 2 a 3 veces por semana. La cantidad e intensidad debe adaptarse en cada paciente según su condición física: comenzando con niveles que se encuentren por debajo de su capacidad y aumentar progresivamente la duración y la intensidad. La hidroterapia causa un beneficio en la calidad de vida, en la función física y en la rigidez.
Educación: Los pacientes bien informados estarán mejor preparados para afrontar su enfermedad y minimizar sus consecuencias.
Tratamiento farmacológico: Dirigido a reducir los síntomas cardinales del dolor, la disfunción cognitiva, la fatiga y el insomnio. Se incluyen distintos grupos farmacológicos como los antidepresivos, anticonvulsivantes y analgésicos. Otros, como los ansiolíticos, antipsicóticos, antiinflamatorios no esteroideos, corticoides o relajantes musculares, si bien podrían ser de utilidad en pacientes con ciertas comorbilidades, no son recomendados como de primera línea para la patología.
El servicio funciona en los consultorios del Hospital El Carmen y se puede solicitar turno al 0810 810 1033 y al portal Mi OSEP www.osepmendoza.com.ar. También se puede acceder al servicio de reumatólogos a través de la cartilla de prestadores.