Esclerosis múltiple: la “enfermedad de las mil caras”
Se trata de una patología crónica y autoinmune, que se presenta en una franja etaria joven, de los 20 a los 45 años aproximadamente. Se estima que en Argentina, según las últimas estadísticas, más de 10.000 personas padecen esta patología que se manifiesta de diferentes formas en cada caso.
La persona con Esclerosis Múltiple puede presentar diferentes síntomas neurológicos según el área afectada, como disminución de la visión en un ojo, pérdida del equilibrio, hormigueos o debilidad en toda una mitad del cuerpo y trastorno del lenguaje, entre otros. Es una patología que también presenta importante fatiga.
El paciente puede convivir con estos síntomas e incluso pasan desapercibidos si son leves, hasta que en algún momento tiene una manifestación importante por la que consulta y allí se evalúa, solicitando estudios para aplicar criterios internacionales y se da el diagnóstico descartando otras patologías.
Manifestaciones
Se producen por la formación de placas de desmielinización sobre el sistema nervioso central. Si bien es una enfermedad crónica progresiva la mayoría de los casos se presentan en brote y remisión. Esto significa que el paciente puede tener los síntomas descriptos un tiempo y luego mejorar hacia la normalidad, y posteriormente volver a presentar otro brote con síntomas diferentes. Los tratamientos actúan disminuyendo al máximo el número de brotes.
De acuerdo al lugar de afectación es el síntoma que se manifiesta, por lo que la sintomatología varía de persona a persona. Si esta placa de desmielinización se produce, por ejemplo, en el cerebelo puede presentar inestabilidad en la marcha; si impacta en las vías que corresponden a la parte motriz puede manifestar hemiparesia o trastorno sensitivo que tome la mitad del cuerpo.
Hoy se ofrecen distintos tipos de tratamientos, los cuales actúan sobre las placas de desmielinización disminuyendo la actividad de la enfermedad. Es tendencia mundial en los últimos años perfilar al paciente, esto significa que no todos los pacientes se van a beneficiar con el mismo tratamiento. Se debe evaluar cada caso, historia particular, etapa de la vida, edad, planificación familiar, como así también marcadores de pronóstico y agresividad de la enfermedad para elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente. De allí la importancia de que sea evaluado por un equipo de neurólogos capacitados en Esclerosis Múltiple.
Abordaje
Aún no hay un tratamiento curativo. Los fármacos disponibles en el mercado cambian el curso de la afección por eso se denominan modificadores de la enfermedad. El objetivo es que el paciente tenga un menor número de brotes, lo que implica la posibilidad de una menor discapacidad a largo plazo.
Piezas fundamentales en el abordaje de esta patología son la rehabilitación y el tratamiento psicológico, ya que la aparición de la esclerosis múltiple se produce cuando la persona se encuentra en un período de plena actividad laboral, de formación de su familia y con distintos proyectos de vida.
Los brotes producen un impacto psicológico porque los daños físicos mejoran o retrogradan con el tiempo. Por ejemplo, después de una hemiparesia, el paciente puede o no volver a su estado anterior. De allí, la importancia de estar en contacto con un Centro de Rehabilitación.
Los servicios de OSEP
La Obra Social cuenta con un Servicio de Neurología integrado por neurólogos capacitados en el tratamiento, diagnóstico y seguimiento de esta enfermedad. Posee una Unidad especializada en Esclerosis Múltiple con un equipo capacitado para el abordaje integral del paciente.
Una vez realizado el diagnóstico, definido en qué momento de la enfermedad se encuentra la persona, se le indica el tratamiento adecuado a su perfil.
Por otra parte, como esta enfermedad produce un grado alto de discapacidad es necesaria una rehabilitación integral a la que el afiliado puede acceder en el Centro de Rehabilitación “Ayacahuina” o en los distintos efectores externos con convenio. Así puede rehabilitar la parte motora, psicológica o fonoaudiológica de acuerdo a su necesidad y la afectación producida en el cuerpo.