Emotivo homenaje en el Fleming
Autoridades, profesionales y trabajadores del Hospital Pediátrico Alexander Fleming, rindieron un cálido homenaje a la doctora Nancy Domínguez en su último día de servicio.
El agasajo se realizó en el segundo piso del nosocomio ubicado en Colón 485, Ciudad, lugar donde la doctora Nancy Domínguez compartió con familiares y amigos su último día de trabajo.
En la ocasión se descubrió una placa con su nombre, en la Sala de Residencias. Acto seguido, la profesional agradeció la presencia de sus compañeros, amigos y familiares, con un discurso interrumpido por la emoción.
Participaron del acto los directivos del Fleming, Alfredo Julián y Mónica Pérez Laborda, además del equipo de trabajo que compartió con Nancy, hasta el día de hoy, cada momento de trabajo.
Se trata de un reconocimiento justo para una mujer que le entregó a OSEP desde su capacidad profesional hasta su entrega, sacrificio y compromiso personal; convirtiéndose así, no sólo en la creadora de la residencia pediátrica sino también en una luchadora para que esta institución se convierta en uno de los dos puntos de referencia para la pediatría provincial.
Una vida destacada
El 28 de abril de 1952, en la provincia de San Luis, nació Nancy. Sin sobresaltos realizó los estudios que culminó con la secundaria, a los 17 años de edad.
Meses después emigró a la provincia Santa Fé y estudió dos años en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario y, concluido ese periodo, se mudó para terminar sus estudios en la Universidad Nacional de Córdoba, donde recibió su título de médica.
Sensible a la realidad social, formó parte del Centro de Estudiantes y comprometió buena parte de su vida a la sociedad. Allí conoció a su marido, con quien tiene la gracia de compartir aún su proyecto de vida.
En aquel momento, motivados por el trabajo de su compañero en el petróleo, debieron viajar al Sur. Allí tuvo la posibilidad de trabajar en el Hospital Neuquén Castro Rendón, donde realizó su formación en Pediatría y vivió 13 años inolvidables, como parte de un sistema sanitario que fue ejemplar para todo el país y le aportó una impronta a su carrera.
Como la familia era el principal motor de su vida, en 1998, por motivos laborales volvió a mudarse, esta vez a Mendoza. En este último destino tuvo la posibilidad de incorporarse al Hospital Fleming, lugar donde dejaría su marca para siempre.
Ingresó a trabajar en el área de Internación Pediátrica, allí llegó a la conclusión que OSEP atendía a una cantidad importante de niños y que los estudiantes que egresaban de la Facultad de Medicina podrían, en ese espacio, formarse de manera idónea en la especialidad. Luego de una larga búsqueda, en 2005 se oficializó la Residencia en Pediatría, que ya cuenta con egresados prestigiosos que trabajan en distintas instituciones de Mendoza.
Años después, se convirtió en jefa de Internación en Pediatría donde ha forjado un lugar de trabajo agradable, en el que los pacientes reciben atención de calidad y los profesionales obtienen una formación ejemplar.
Las páginas de su vida se completan con dos hijos, un médico y un ingeniero, quienes serán ahora los beneficiarios de su nueva etapa, que incluye tiempo para disfrutar de la familia y también para escribir un libro de puericultura, donde se involucrará en el cuidado de los hijos.
Un justo y merecido homenaje para una de esas personas que hacen de OSEP un orgullo.


