La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas en forma progresiva. Puede producir complicaciones para realizar tareas básicas de la vida cotidiana y llegar a la postración.

Se trata de una patología de tipo degenerativa que se presenta con mayor frecuencia en personas mayores de 40 años. “Afecta a unas células específicas llamadas motoneuronas y con el paso del tiempo las daña, produciendo una parálisis muscular progresiva en la mayor parte del cuerpo”, explicó la Neuróloga Soledad Quistapace, del Hospital El Carmen.

Los pacientes suelen presentar dificultades para caminar y trastornos del equilibrio, llegando en algunos casos al uso de la silla de rueda o a la postración.

También puede comprometer los músculos encargados de la masticación y deglución, generando problemas en funciones básicas de la vida cotidiana como beber, comer y hablar.

Cuando la ELA produce debilidad en los músculos respiratorios, los pacientes experimentan dificultad para respirar, falta de aire y, en estadios avanzados, deben usar aparatos que lo ayuden a ventilar mejor.

La profesional de OSEP remarcó que no existen tratamientos que curen la enfermedad pero hay algunos que retrasan su evolución. Generalmente, el paciente requiere un abordaje multidisciplinario que incluya el control médico del neurólogo, kinesiología motora, fonoaudiología para solucionar problemas de deglución y lenguaje, neumonología para cuidar la función respiratoria y psicología para asimilar la enfermedad.

En cuanto al COVID-19, Quistapace aclaró que este tipo de pacientes tienen mayor riesgo ya que, por ejemplo, en el caso de contraer neumonía -patología asociada al coronavirus- puede ser más grave y si requieren el uso de un ventilador o terapia intensiva, su recuperación es más difícil porque no tienen la fuerza muscular necesaria.

Equipo especializado

Para el tratamiento de la enfermedad OSEP cuenta con un equipo multidisciplinario integrado por neurólogos que trabajan en conjunto con neumonólogos, kinesiólogos, fonoaudiólogos y psicólogos. Todos ayudan y acompañan al paciente para sobrellevar su situación de la mejor manera.