Como parte de las capacitaciones que se brindan, el tercer jueves de cada mes, a los profesionales de la unidad de medicina de familia “OSEP Cerca”, se brindó una charla sobre “sexualidad y vejez”, a cargo de la licenciada Viviana Lasagni, referente del Departamento de Gestión de Políticas Sociales para el Adulto Mayor. La actividad se llevó a cabo en el SUM I del edificio Xeltahuina, Salta 877, Ciudad y contó con gran concurrencia.

Más de 50 profesionales participaron de la reunión mensual del programa, que en la ocasión tuvo como principal atractivo una charla brindada por la especialista en Gerontología, quien agradeció públicamente la invitación a la doctora Iris Quiroga, coordinadora del programa médico.

En estos últimos años debido a la gran defensa en relación a los derechos del adulto mayor y teniendo en cuenta nuevas investigaciones en el campo gerontológico, se van quebrando ciertas creencias negativas acerca de la sexualidad en la vejez.

Las antiguas teorías, en general, limitaban la sexualidad a la genitalidad, referían a un modelo más biológico y descuidaban la búsqueda del placer y el erotismo.

En tanto que el cambio de paradigma “gerontológico” ha provocado una ruptura en la creencia de pensar “en la imposibilidad por la edad”.

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Derribando creencias
Entre los mitos vinculados con la  vejez y sexualidad se encuentran los siguientes:

Creer que la sexualidad no es importante en la vejez. Considerar que en esta etapa no es normal. Creer que el deseo sexual desaparece. Que la sexualidad provoca dificultades físicas. Que las parejas mayores que se encuentran en residencias geriátricas deben ser separadas. Que las personas mayores ya no deben formar nuevas parejas. Que no existe la diversidad sexual en la vejez.

Estos mitos arraigados en la sociedad han impedido tener una vida más plena a muchas personas que atraviesan esta etapa de la vida.

La sociedad ha puesto el acento en la juventud donde pareciera que solo la gente linda y joven tienen derecho a la sexualidad. Uno ve normal que dos jóvenes se besen en una plaza y no si los protagonistas son dos personas mayores. Ni hablar si son del mismo género.

Como lo plantea Ricardo Lacub, doctor en Psicología con especialización en la temática gerontológica, es preciso hablar de erotismo en la vejez ya que  implica algo más amplio que la sexualidad, implica el deseo sexual, la atracción por el otro, el juego amoroso, el cariño y el amor. Se asocia a la búsqueda de placer y afecto.

Otras investigaciones (Arias C., 2011) refieren que en las personas mayores, la pareja ocupa un lugar muy importante y central, incluso más que en otras etapas de la vida.

En todos los casos analizados, los mayores señalan la importancia de brindarse compañía, apoyo, cuidados mutuos y compartir gran parte de las actividades cotidianas. Algunos informaron que su pareja era “todo” para ellos en este momento de su vida. La necesidad del otro se volvía más central no sólo por el apoyo que les brindaba en lo referido a lo emocional e instrumental, sino también por el sentirse querido, valorado y deseado.

Por lo tanto enamorarse y establecer una nueva pareja en la vejez es una posibilidad como en cualquier otra etapa de la vida.

Diferentes espacios para los adultos mayores como los centros de jubilados y otras organizaciones son lugares donde las personas mayores pueden encontrarse. Pero la queja permanente de las mujeres  es que “no hay hombres” por una cuestión demográfica ya que las mujeres viven más.

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Sujetos de derechos
Uno de los derechos más vulnerados en las instituciones son los sexuales. La separación del lecho en los matrimonios es una característica posible, como la medicalización ante la excitación sexual.

En algunos otros casos influye más la opinión de los hijos que el deseo de los adultos mayores. A pesar de esto, existen instituciones donde estos derechos son respetados, se aceptan las peticiones de los mayores y  tienen en cuenta sus derechos a la privacidad e intimidad.

¿Cómo se puede ayudar a las personas mayores a disfrutar su vida erótica?
Generando espacios donde puedan hablar sobre el tema.
Brindando información sobre los cambios normales que ocurren con el envejecimiento y que pueden generar cambios en la forma de experimentar la sexualidad.
Realizar acciones para erradicar mitos y creencias negativas sobre la vejez basadas en estándares de belleza de la juventud considerando solo criterios físicos y estéticos y reemplazarlos por nuevos estándares más realistas basados en los valores de la comunicación, el afecto, la intimidad y la sensualidad.
Favorecer la ampliación de redes sociales de apoyo para las personas mayores, que les permitan satisfacer sus necesidades de afecto e intimidad ante situaciones de soledad por viudez, separaciones, etc.
Brindar apoyo especializado para aquellas parejas de adultos mayores que presentan dificultades o que por distintas razones sus relaciones sexuales se ven afectadas.

Cabe mencionar que en la actualidad el envejecimiento no determina disminución del interés sexual…solo los parámetros culturales negativos han contribuido a pensar en una vejez des-erotizada.

Además según comenta la especialista licenciada Viviana Lasagni, de Gestión de Políticas Sociales para el Adulto Mayor, de OSEP, en la actualidad se puede hablar de diversidad sexual, ya que la invisibilización de las personas mayores del colectivo lésbico, gay, trans y bisexual determinó el sufrimiento interno de muchos mayores. Estas personas fueron doblemente discriminadas en otras épocas por ser mayores y su condición sexual.

Hoy, los mayores hablan de sus deseos, de erótica, de diversidad sexual y es deber de los especialistas otorgar estos espacios para construir una sociedad sin prejuicios y en donde los jóvenes se eduquen para vivir una sexualidad más plena en la vejez .