En esta época del año los niños, aprovechando las vacaciones y escapando de las altas temperaturas, frecuentan las piletas. Se trata de una forma divertida de refrescarse pero para su disfrute sin consecuencias perjudiciales para la salud es necesario tener cuidados.

Otitis externa, conjuntivitis, micosis, gastroenteritis y pediculosis son motivos de consulta frecuente en las guardias pediátricas y son enfermedades infecciosas que los chicos suelen contraer al bañarse en piletas. Este tipo de patologías son causadas por microorganismos patógenos como las bacterias, los virus, los parásitos o los hongos, y pueden transmitirse, directa o indirectamente, de una persona a otra.

Sin embargo no es necesario suspender totalmente la realización de actividades recreativas en las piletas para que los niños no se contagien. La doctora María De Los Ángeles Viani, médica residente del hospital pediátrico Alexander Fleming, para prevenir estas afecciones recomienda:

  • Evitar el uso prolongado de la pileta;
  • Realizar una cloración adecuada del agua;
  • Secar bien los oídos;
  • Tener una dieta equilibrada y balanceada;
  • Revisar sistemáticamente a los niños;
  • Realizar los tratamientos correspondientes para evitar el contagio.

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Enfermedades que se contraen en la pileta

Otitis externa: Es una inflamación del conducto auditivo externo que puede ser producida por varios tipos de bacteria u hongos. Por lo general se produce en oídos que han estado expuestos a la humedad, por eso generalmente afecta a personas que han nadado o estado bajo el agua por períodos prolongados, lo que puede introducir bacterias infecciosas en el canal auditivo. Los síntomas suelen comenzar con picazón, seguida de dolor, y puede provocar fiebre y vómitos. Es posible que el oído externo se ponga rojo, hinchado y que haya una supuración amarillenta-verdosa.

Conjuntivitis: Es la inflamación de la capa conjuntiva, membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y que se extiende a la parte anterior del ojo. Puede ser causada por virus o bacterias, pero también puede darse por una reacción al exceso de cloro. El ojo rojo es el síntoma más común pero también se puede producir un mayor lagrimeo, legañas, picazón, sensación de cuerpo extraño, sensibilidad a la luz o incluso lesiones en la córnea.

Micosis: Son enfermedades producidas por hongos, que se pueden localizar en distintas partes del cuerpo, la más común es la llamada “pie de atleta”. Los hongos se contagian fácilmente al intercambiar calzados o toallas con otra persona, e incluso al estar en contacto directo con el piso de las duchas de los clubes o baños públicos. Puede producir olor, calor, humedad, picazón e inclusive dolor.
Pediculosis: Es una infestación parasitaria del cuero cabelludo. El principal síntoma es la picazón y se contagia principalmente de cabeza a cabeza, es decir, de forma directa. También se puede transmitir indirectamente a través de peines, cepilos, sombreros, toallas, auriculares y peluches.

Gastroenteritis: Es una inflamación de la membrana interna del intestino causada regularmente por un virus, bacteria o parásito. Los síntomas principales son diarrea, vómito, dolor abdominal y calambres. Puede estar relacionada al uso excesivo de la pileta pero también a las transgresiones alimentarias o al consumo de alimentos que no estan bien conservados.

En el caso de las patologías que generan diarrea, vomitos o mucho dolor en el niño la doctora Viani recomienda la consulta médica para valorar la medicación adecuada para el tratamiento.