Un poco de historia

Patria, Minerva y María Teresa Mirabal eran tres hermanas que, en una lucha activa y comprometida, se opusieron a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, en República Dominicana. Fueron perseguidas, encarceladas y asesinadas el 25 de noviembre de 1960.

En el marco del Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en 1981, se propuso fijar el día de la muerte de las hermanas para conmemorar su valentía. Luego la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asume esta reivindacación y la propone como día de sensibilización frente a las diferentes formas de violencia hacia las mujeres, exhortando a los Estados a que desarrollen estrategias para su erradicación.

¿Por qué hablamos de violencia hacia las mujeres?

Porque es la expresión más evidente de las desigualdades de poder instaladas por el sistema patriarcal, donde la diferencia hombre-mujer se jerarquiza: distribuye sus características en una oposición valorativa: fuerte/débil, racional/emocional y establece estructuras y relaciones sociales que restringen el acceso a bienes materiales y simbólicos (derechos). Es decir, estas desigualdades se manifiestan en nuestra vida cotidiana de múltiples maneras, en el hogar, en el trabajo, en la vida pública, cívica y social.

Nuestro país, desde el 2009, cuenta con la Ley 26.485, de Protección Integral a las Mujeres, que define la violencia hacia las mujeres como “toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta (…) toda conducta, acción, omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón.”

Causa de incapacidad y muerte

La violencia hacia las mujeres es un tema de derechos humanos y un problema de salud pública.

  • Afecta a más de un tercio de la población a nivel mundial.
  • Es una de las causas más importantes de incapacidad y muerte femenina.
  • Tiene consecuencias profundas y negativas en su salud:

– Lesiones y muerte (femicidio/suicidio)
– Dolores crónicos
– Disminución del autocuidado
– Depresión
– Embarazo no deseado y aborto
– Uso de alcohol y sustancias
– Infecciones de transmisión sexual
– Bebés con bajo peso al nacer

Concientizar entre todos

La comunidad puede promover la eliminación de la violencia de género y la construcción de una sociedad más igualitaria y tolerante. Solo tenemos que aprender a advertir en dónde se sostienen las desigualdades en nuestras relaciones.

¿Cómo?

• Evitar chistes, comentarios e imágenes discriminatorias hacia las mujeres.
• Reflexionar sobre los enunciados que transmiten estereotipos como “Llora como una nena”.
• En casa, compartiendo tareas domésticas y de cuidado.
• En el trabajo, desterrando ideas y comentarios como que “hay tareas más de hombres y otras de mujeres”.
• Siempre promoviendo el diálogo y el respeto por las diferencias (de sexo, opiniones, saberes, procedencias).
• Escuchando a nuestras compañeras, amigas, hermanas, madres e hijas si nos buscan de confidente ante situaciones de malestar.
• Educando a nuestros niños y niñas con palabras, juguetes y juegos no sexistas.

Desde Salud Mental de OSEP ofrecemos espacios de atención respetuosa, responsable y confidencial, que promueven la búsqueda de decisiones autónomas y libres de violencia.

Si estás ante una emergencia en una situación de violencia podes llamar las 24 horas al 911 (no importa si no tenés crédito en el celular) y al 144, línea gratuita de Asistencia y Prevención de Violencia de Género.