Síndrome Urémico Hemolítico: cómo prevenirlo

La Ley 26.926 estableció el 19 de agosto como el Día Nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) para generar conciencia sobre esta enfermedad y las formas de prevenirla.

El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad grave, caracterizada por daño agudo de los riñones, asociado a alteraciones en las células de la sangre: trombocitopenia (reducción de plaquetas, necesarias para formar los coágulos) y anemia (causada por ruptura anormal de glóbulos rojos).

La bacteria Escherichia Coli productora de toxina Shiga puede causar diarrea sanguinolenta que, usualmente, se cura sola, pero que puede complicarse y desarrollar insuficiencia renal aguda en niños (Síndrome Urémico Hemolítico o SUH) y trastornos de coagulación en adultos (Púrpura Trombocitopénica Trombótica o PTT).

La complicación de la enfermedad afecta particularmente a niños, ancianos y aquellos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido. Además puede acompañarse de fiebre, vómitos y dolor abdominal. Si el niño tiene disminución de la cantidad de orina y decaimiento, debe consultarse inmediatamente al centro de salud u hospital.

Se transmite a través de los alimentos, el agua y de persona a persona por el contacto con las manos.

Alimentos que pueden estar contaminados

– Carne: la bacteria puede encontrarse en la superficie de la carne cruda y sus jugos y de la carne picada y alimentos preparados con ella como hamburguesas, albóndigas, arrollados de carne, salame, y chorizos.

– Frutas y verduras: lechuga, repollo, espinacas, coles, brotes de soja y alfalfa y otros vegetales que se consumen crudos. Frutas sin lavar, en especial, las rastreras como el melón y la sandía.

– Leche sin pasteurizar y sus productos derivados: en especial, los quesos blandos poco estacionados.

– Alimentos cocidos y listos para consumir: la bacteria puede encontrarse en la superficie de cualquier alimento debido a la contaminación a través de las manos de quien lo prepara o consume, de utensilios o de alimentos crudos contaminados.

– Agua contaminada: utilizada para beber y cocinar cuando no proviene de una red y no recibe un tratamiento adecuado o las conexiones no son seguras.

Medidas preventivas

a- Cocinar completamente las carnes, especialmente las preparaciones con carne picada (hamburguesas, albóndigas, pastel de carne).

Para saber si la cocción se completó debe observar que no haya zonas rosadas en el interior y que los jugos sean claros. El color tiene que ser homogéneo, sobretodo en las preparaciones con carne picada.

La carne picada es un alimento que presenta este riesgo, pero si la cocinamos completamente es un producto seguro para consumir. Recordar que la cocción es la única medida que elimina la bacteria en el caso de estar presente en un alimento.

Las carnes congeladas pueden cocinarse directamente cuando son piezas chicas, pero debe asegurarse su cocción completa.

b- Lavarse las manos con abundante agua segura y jabón:

c- Usar agua segura

Utilizar agua segura para beber y cocinar, lavar utensilios y recipientes utilizados en la preparación de alimentos.

Si hay dudas sobre la inocuidad del agua para beber, hervirla durante 5 minutos o agregarle dos gotas de lavandina por cada litro de agua. Conservarla en recipiente estéril, con tapa.

d- Separar

e- Mantener la cadena de frío

Otras prácticas seguras para cuidar a los niños

Cuidado

No deben usarse aguas residuales para regar los cultivos, bañarse, ni para dar de beber en el hogar o a los animales.

Lic. Silvina Rodríguez Blanco

Servicio de Nutrición y Alimentación

OSEP

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